El Encuentro de Caperucita Roja y el Lobo

  

Todos conocemos el clásico cuento de Caperucita Roja y el Lobo, una historia que ha cautivado a niños y adultos por igual a lo largo de generaciones. Sin embargo, cuando tienes una hija, surge un deseo especial de recrear esos cuentos a través de la fotografía, especialmente si tu pequeña puede ser la protagonista. Permíteme compartir cómo todo esto cobró vida.

En Venezuela, el carnaval se celebra entre febrero y marzo, y como es tradición, a los niños les encanta disfrazarse, e incluso a los adultos también. En el año 2017, debido a circunstancias familiares, mi esposo ya estaba trabajando en Lima, Perú, mientras que mi hija y yo aún estábamos en Venezuela, esperando reunir los recursos para unirnos a él. No teníamos fondos para comprar un disfraz, pero no quería que mi hija se perdiera la diversión. Así que me puse creativa y busqué cosas en casa. Utilizando lo que encontré, sin gastar un centavo, decidí transformar a mi pequeña en Caperucita Roja. Reciclé un vestido viejo y con la ayuda de la Tía Delia para coser la capucha, completé el disfraz. Luego, nos aventuramos al patio de nuestra casa, cubierto de hojas secas y bañado por la hermosa sombra de los árboles de mango. Incluso intenté hacerle unas orejitas de lobo a nuestra perrita, Friky, aunque ella no cooperó mucho con la idea.

Sin más preámbulos, aquí están las fotos que capturamos en nuestro patio.

 

Tiempo después, cuando finalmente pudimos estar juntos nuevamente, mi esposo, nuestra hija y yo recreamos la historia de Caperucita Roja en Loma Amarilla, un exuberante espacio ecológico de 4500 metros cuadrados ubicado en Santiago de Surco, otro distrito de Lima. Loma Amarilla es conocida como el pulmón verde de la ciudad y ha permanecido inalterada por el crecimiento urbano de la zona. Rodeados de naturaleza, exploramos los senderos y capturamos imágenes que narraban nuestra propia versión del cuento clásico.

Estos fueron los resultados de nuestro día en Loma Amarilla. 



 

Como todos sabemos, la práctica hace al maestro, y aunque estas fotos sean un poco antiguas, fueron tomadas con una Canon T3i y un objetivo EF-S 18-55mm. En aquel entonces, solía utilizar la cámara en baja resolución.

Espero que disfruten de esta publicación tanto como nosotros disfrutamos creándola.

 

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